Varsovia está ubicada en el centro de Polonia, es la ciudad de mayores dimensiones y su capital. Durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, en 1939, los alemanes la ocuparon al igual que el resto del país, pero Varsovia fue el lugar elegido para el gueto principal.
En el artículo referido al Holocausto, hemos hecho referencia a los guetos, lugares separados del resto de la población donde se enviaba a vivir a los judíos en condiciones infrahumanas. En este gueto ingresaron 400.000 personas y sobrevivieron 50.000. El resto de los judíos polacos, aproximadamente 2.500.000, se alojaron en otros guetos.
El gueto de Varsovia se inauguró el 16 de octubre de 1940 y exactamente un mes más tarde, quedó ese territorio aislado del resto de la comunidad polaca y del mundo, por un cerco de púas. Más tarde un muro de 3 metros de alto circunscribió el horror en un trayecto que abarcaba un recorrido de 18 km. El responsable de la construcción y administración del gueto era Hans Frank, designado por el estado alemán de ocupación como Gobernador General en Polonia.
El judenrat, entidad judía creada por los propios alemanes, debía participar en el sostenimiento, organización y funcionamiento del gueto, ayudando en la entrega de comida, y pronto adquirió el rango de gobierno local. Estas entidades de enlace entre los judíos y los alemanes eran concejos de ancianos, creados en torno a un líder comunitario, que facilitaban a los alemanes la administración de los guetos, ya que ellos además, comunicaban a la comunidad alojada allí las órdenes de los líderes nazis y estaban obligados a mantener el orden. En el Gueto de Varsovia el elegido para esta función como presidente del consejo, que contaba con 24 miembros. Fue Adam Czerniaków, un ingeniero químico que había participado en la función pública polaca. Gracias al judenrat funcionaban escuelas, prensa, oficios religiosos, bandas de música, guarderías, hospitales, que intentaban poner un poco de cordura a una situación humillante y que privaba a las personas de los más elementos derechos que hacen a la dignidad humana. Estas manifestaciones algunas veces podían hacerse sin restricciones, si eran organizados por los judenrat, pero en otros casos se hacían en forma clandestina. La entrada de alimentos era muchas veces ingresada a los guetos a escondidas sobre todo al principio, pero luego la vigilancia se hizo más estricta y los soldado alemanes abrían fuego cuando veían algún movimiento sospechoso. El hacinamiento, las enfermedades como la fiebre tifoidea, las raciones alimentarias insuficientes, hacían necesaria la presencia de una vida cultural, que aunque precaria les recordara que aún eran personas. La documentación de estas actividades fue obra de los propios internos del gueto, que los escondieron de los alemanes, y sirvió para que las generaciones futuras conocieran lo que había sucedido.
La etapa de aislamiento en los guetos era la primera fase del macabro plan de Hitler. Cuando se puso en marcha “ la solución final al problema judío”, surgieron los campos de exterminio. Treblinka, una pequeña aldea al noroeste de Polonia, funcionó como máquina de matar a partir de julio de 1942 y hasta octubre de 1943. Allí fueron deportados los judíos del gueto de Varsovia. Hubo también otros dos campos de exterminio en Varsovia: Sobibor y Velsec.
Fueron los propios judíos, encargados de la administración del gueto, los judenrat, quienes debieron organizar a las personas alojadas allí para abandonar el gueto y prepararlas para dirigirse hacia el este. Día tras día, a partir del 23 de julio, 6.000 judíos eran llevados, a partir de las 16 hs. hacia las vías del tren que los conduciría hasta su destino fatal, aunque ellos aún lo desconocían. Se exceptuaban los integrantes del Judenrat, el personal sanitario, los empleados de fábricas alemanas, y la policía local.
Czerniaków intentó pactar con los alemanes para lograr más exenciones. No logró salvar a los niños del orfanato pero sí a los alumnos que concurrían a la escuela de oficios y a las mujeres trabajadoras, lo que le dio la idea de conseguir más puestos de trabajo para ellas. La tarea era agotadora y el tiempo nulo. Abrumado por la situación esa misma noche se suicidó. Fue reemplazado por Marek Lichtenbaum, que no vaciló en cumplir sin protestar las imposiciones alemanas.
El gueto de Varsovia siguió funcionando pero con otras características, las de un campo de concentración. Ahora era mucho menos numeroso, sólo quedaron 55.000 personas, pues la mayoría había sido deportada a Treblinka.
Al principio no se sabía hacia donde eran conducidos, pero con el correr del tiempo las dudas crecieron y originaron un sentimiento de rebelión, comenzando a gestarse la resistencia, que había logrado reunir armamentos, ingresándolos de modo clandestino. Así se formaron dos organizaciones de lucha de aproximadamente 300 integrantes cada una.
La segunda etapa de deportaciones sucedió el 9 de enero de 1943, luego de que Himmler, comandante de las SS visitara el gueto, y diera esa orden. La resistencia estalló el 18 de enero, con buen resultado ya que lograron detener las deportaciones, que alcanzaron a durar cuatro días. Transitoriamente el mando del gueto quedó a cargo de los sublevados, quienes ejecutaron a los judíos que habían colaborado con los nazis.
Cuando el día 19 de abril, los alemanes entraron a retomar el control del gueto, los judíos los estaban esperando escondidos, en túneles subterráneos, y armados, así logaron poner en retirada a los más de dos mil soldados nazis. Los nazis disgustados quemaron el gueto. El 16 de mayo ya no quedaba nada de él, ni siquiera la sinagoga que estaba fuera del gueto, que fue destruida por los alemanes. Era lógico que esto sucediera. Ya había sido milagroso poder haber vencido en un principio a una poderosa organización asesina, por parte de un grupo de personas sin entrenamiento militar, con hambre y tantas privaciones. Fue más bien un acto de desesperación, un intento de supervivencia, cuando comprendieron que todo estaba perdido.
Wladyslaw Szpilman, escribió sus memorias sobre los días que vivió en el gueto. Era un famoso pianista que debió soportar el cautiverio pero que finalmente recibió la ayuda de un alemán que le salvó la vida. Su historia fue llevada al cine por Roman Polanski, bajo el título “El pianista”.
En 1939 los Nazis invaden Polonia, para octubre de 1940 confinan a 400.000 judíos polacos en un área de menos de 6 Kilómetros cuadrados en la capital de Polonia, Varsovia donde normalmente vivían unos 160.000 polacos. El área es rodeada por un muro de 4 metros. Los que se atrevieran a salir morirían.
Seguro que algunos pensaban que esa era una forma mas rápida de morir que quedarse dentro del Ghetto, donde morían entre 300 y 400 personas al día por falta de comida (el ingreso de comida permitido por los alemanes era mínimo) y cuidados médicos.
Para Julio de 1942 cuando se comenzó a sacar a los Judíos del Ghetto para enviarlos principalmente a Treblinka, 80.000 habían muerto. En Septiembre de ese año solo quedaban 60.000 judíos en el Ghetto.
Primera Victoria
En Enero de 1943 Himmler dio órdenes de que para el 15 De Febrero ya no debían quedar más judíos en el Ghetto.
Los judíos sabían que el traslado significaba la muerte, debían resistir. Ahora ya casi no quedaban ancianos o niños, a los que tanto se protegía de las temidas represalias nazis, fuerte razón para no comenzar combates.
En esas fechas Mordecai Anielewicz llegó al Ghetto, Anielewicz pertenecía al ya disuelto grupo de resistencia juvenil anti-fascista polaco, y se encontró con que solo quedaban 60.000 judíos (según algunas fuentes un poco mas de la mitad de esta cifra) entre ellos dos pequeños grupos de resistencia, el Zydowska Organizacja Bojowa (Organización de Combate Judía) que se había armado mayoritariamente de armas cortas y grandas gracias al Armia Krajowa y al mercado negro. El ZOB estaba formado por unos 600 hombres divididos en 22 grupos de unos 20 a 30 hombres cada uno. Y al Zydowski Zwiazek Wojskowy (Unión de Combate Judía).
El 18 de enero los alemanes comenzaron a reunir a los polacos para hacer los últimos viajes y eliminar a todos los residentes del Ghetto. Algunos miembros del ZOB liderados por Anielewicz se infiltraron armados en una de las columnas que iban en dirección a los trenes. Otros miembros se subieron a las azoteas en la intersección de las calles Niska y Zamenhoff. Cuando la columna llegó a la intersección y después de oír una señal, los miembros del ZOB en la calle rompieron filas y comenzaron a atacar a sus guardias alemanes al mismo tiempo que lo hacían los de las azoteas. El resto de los judíos se dispersó y escapo de la deportación, la mayoría de los hombres de Anielewicz murieron en la calle, se desataron dos o tres batallas abiertas en otras calles, pero se vio que los enfrentamientos abiertos no daban resultado, los judíos se escondieron en azoteas y sótanos, escapando así de la deportación, en cuatro días los alemanes detuvieron la operación.
Después de las acciones de enero se detuvieron significativamente las ejecuciones ya que los alemanes tenían miedo de entrar a los sótanos, se levantó el toque de queda ya que los alemanes también tenían miedo de estar dentro del Ghetto por la noche. Los judíos prácticamente tenían el control. El ZOB comenzó a implantar la ley y a ejecutar a informantes y delatores. Se hicieron colectas con del poco dinero que quedaba en el Ghetto y cosas de valor para poder conseguir mas armas en el mercado negro. Comenzaron a hacerse Molotov, entrenarse y prepararse, cada insurgente tenía una pistola y granadas o Molotovs, pero solo había menos de 20 fusiles en todo el Ghetto Y tan solo una ametralladora.
Aquellos que no combatían preparaban los refugios anti aéreos creados por los alemanes para usarlos como Bunkers, creando pasajes subterráneos para unirlos. No había planes para escapar del Ghetto, era resistir o morir.
El Alzamiento
El 18 de Abril el SS-Brigadefuhrer Jürgen Stroop fue nombrado comandante de la guarnición de Varsovia. Stroop había participado en la primera guerra mundial y dirigido un regimiento en la División “Totenkopf”, luego había servido en el Sipo y el SD. El 19de Abril tomó el mando de las fuerzas de Varsovia reemplazando al Dr Ferdinand von Sammern-Frankenegg.
El 19 de Abril comenzaron las deportaciones masivas nuevamente y estalló el alzamiento. Cuando los alemanes comenzaron a entrar en el Ghetto se encontraron con una feroz resistencia desde ventanas y azoteas desde donde llovían improvisadas granadas y Molotovs.
Algunas unidades del AK intentaron abrir agujeros en las paredes del Ghetto usando minas anti-tanque desde afuera, pero los alemanes lograron impedírselo. Los ataques del AK afuera del Ghetto continuarían hasta el 23 de ese mes. Los polacos eliminaron varios soldados alemanes e incendiaron dos tanques el primer día. Los alemanes no pudieron vencer la resistencia a la que se enfrentaban. El ZOB resistió y las tropas del ZZW tuvieron que retirarse a la plaza Muranowski en los primeros dos días, donde pudieron crear una fuerte defensa.
Para el tercer día Stroop ordenó que se incendiaran las casas, y así se hizo. La lucha abierta del ZOB casi había terminado. Los judíos viendo su ventaja estratégica eliminada tuvieron que crear una guerra de guerrillas. En los siguientes días se hicieron varios ataques por parte de los judíos, se tacaban columnas con minas y camiones de transporte.
Para el 24 solo se atacaba por la noche y la mayor parte del tiempo estaban escondidos en los bunkers, los alemanes comenzaron a incendiarlos y algunos fueron enterrados vivos.
En esas fechas un comandante de una de las unidades del ZZW envió un mensaje al AK informando que estaba mal herido y que necesitaban armas y municiones. El 27 Henryk Iwański miembro del AK, tomó al “Państwowy Korpus Bezpieczeństwa” (Cuerpo de Seguridad) que consistía de 18 combatientes y entró al Ghetto por un túnel para apoyar a los combatientes judíos. Entre los combatientes estaba su hermano Wacław y su hijo Roman, traían armas y municiones. Cuando llegaron decidieron quedarse para combatir junto a los miembros del ZZW en la plaza Muranowski. Wacław murió en el combate, Henryk y su hijo fueron gravemente heridos, su hijo letalmente, su otro hijo Zbigniew moriría el 3 de Mayo escoltando a un grupo de judíos fuera del Ghetto. Henryk logró salir y volvió por lo menos una ves a llevar municiones y suministros.
En esos días Stroop escribió “Los judíos se quedaban en los edificios en llamas hasta que por miedo a morir quemados saltaban desde las ventanas. Con los huesos rotos trataban de arrastrarse por la calle hasta algún edificio que no había sido alcanzado por las llamas. A pesar del peligro de morir quemados, los judíos y bandidos prefieren retornar a las llamas que ser capturados por nosotros.”
El 29 de Abril los alemanes lograron aplastar la resistencia en la plaza Muranowski. Los alemanes continuaron eliminando los Bunkers sistemáticamente, usando grandas de humo, gases lacrimógenos e incluso gas venenoso según algunas declaraciones. Muchas veces los judíos salían de los Bunkers abriendo fuego y lanzando granadas.
El 8 de Mayo los alemanes llegaron al 18 de la calle Mila, donde se encontraba el cuartel general del ZOB, lograron capturar el Bunker luego de tres días de combate, Anielewicz murió en la batalla, así como gran parte de su estado mayor, muchos cometieron suicidio y otros escaparon por las cloacas.
Para el 16 Stroop dio como finalizado el alzamiento.
Las bajas judías van desde 13.000 a 7.000, las cifras que dio Stroop sobre las bajas alemanas son de 16 muertos y 86 heridos, los polacos sostienen que eliminaron a más de 100 y cerca de 1000 fueron heridos.
EN ESTE POST NO SE VAN A INCLUIR IMAGENES QUE DEN MAS VERGÜENZA Y ESCARNIO A LA CRUELDAD HUMANA. YA LAS HEMOS VISTO TODAS, NO HACE FALTA REPETIRLAS.