El 167 a. C., después de que Antíoco emitiera en Judea los decretos que prohibían la práctica de rituales religiosos, un sacerdote rural de Modín, Matatías el Asmoneo, encendió la chispa de la revuelta contra el Imperio seléucida rehusando adorar a los dioses griegos.
Matatías asesinó a un judío helénico que se adelantó para ofrecer un sacrificio a un ídolo griego en el pueblo de Matatías. Él y sus cinco hijos huyeron a las montañas de Judea. Tras su muerte, un año más tarde, su hijo Judas Macabeo lideró un ejército de judíos disidentes a la victoria contra los seléucidas. El término macabeos para designar al ejército de Judea proviene del apellido de Judas, cuyo significado es 'martillo'.
La revuelta provocó varias batallas individuales, en las que las fuerzas macabeas ganaron infamia en el ejército sirio debido a sus tácticas de guerrilla. Tras la victoria, los macabeos entraron triunfantes en Jerusalén, realizaron una limpieza ritual del Templo, restableciendo los servicios tradicionales judíos e instaurando a Jonatán Macabeo como sumo sacerdote.
Un gran ejército sirio fue enviado para aplacar la revuelta, pero regresó a Siria tras la muerte de Antíoco IV. Su comandante Lisias, preocupado por los asuntos internos de Siria, llegó a un compromiso político que permitía la libertad religiosa.
Tras el reacondicionamiento del Templo, los partidarios de los macabeos quedaron divididos por la decisión de seguir o no luchando. Cuando la revuelta comenzó bajo el liderazgo de Matatías, era vista como una guerra por la libertad religiosa para acabar con la opresión seléucida. Sin embargo, cuando los macabeos comprobaron el éxito de la misma, muchos quisieron seguir luchando para conseguir la independencia. Este conflicto sería germen de la división entre fariseos y saduceos bajo el reinado de monarcas asmoneos posteriores como Alejandro Janneo.
Macabeos de Wojciech Stattler (1844). |
Los partidarios de seguir combatiendo por la independencia fueron liderados por Judas Macabeo. Tras su muerte en batalla el 160 a. C., le sucedió como comandante del ejército su hermano menor, Jonatán, que firmó tratados con reinos extranjeros, provocando mayores distensiones entre aquellos que deseaban libertad religiosa frente a poder político. A la muerte de Jonatán el 142 a. C., Simón Macabeo, el último hijo de Matatías, ascendió al poder. Ese mismo año, Demetrio II, rey de Siria, garantizó a los judíos la independencia política completa, y Simón, sumo sacerdote y comandante de los ejércitos judíos, fundó la dinastía Asmonea. La independencia judía se mantuvo hasta el 63 a. C., cuando el general romano Pompeyo capturó Jerusalén y sometió todo el reino al dominio de Roma. La dinastía Asmonea se mantuvo hasta el 37 a. C., cuando el Idumeo Herodes el Grande se convirtió de facto en rey de Jerusalén.
Cada año los judíos celebran la Jánuca en conmemoración de la victoria de Judas Macabeo sobre los seléucidas y los milagros consiguientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario