lunes, 30 de agosto de 2010

EL PRIMER TEMPLO




Se cree que, según lo escrito en la Biblia, la construcción del Templo de Salomón se realizó en el siglo X a. C. (aproximadamente en la década de 960 a. C.), para sustituir el Tabernáculo que durante siglos, desde el Éxodo, se venía utilizando como lugar de reunión y de culto a Dios. Contó para esta empresa con la ayuda del rey de Tiro, Hiram.

El Templo propiamente dicho, según la descripción de la Biblia, era un edificio largo y bastante estrecho, orientado sobre un eje longitudinal en dirección Este-Oeste. El edificio debió tener una longitud interior de aproximadamente 27 metros, 9 metros de ancho y una altura de también 13,5 metros (60×20×30 codos). Sus dimensiones, por tanto, eran más bien las de una capilla palatina, ya que el culto se hacía desde su exterior. A ambos lados de su entrada se erigieron dos columnas, llamadas Yajin y Boaz. Los sacerdotes y el rey entraban en el Templo a través de una gran puerta chapada de oro, de aproximadamente 10 metros de alto y 4 de ancho. Tras de esa puerta se encontraba el vestíbulo de entrada, el Ulam. Después de este vestíbulo, se encontraba la estancia principal, el Heijal o Santo, iluminado a través de unas ventanas altas. La anchura y longitud guardaban una proporción de 1:2, lo que significa que la planta del Heijal estaba compuesta por un doble cuadrado. El forjado de piedra se cubrió con un solado de madera de cedro. Las paredes del «Heijal» se cubrieron con láminas de cedro, traídas de las montañas del Líbano, el mismo material de las vigas del forjado.
La tercera cámara, el Devir, Kodesh HaKodashim o Santo de los Santos (sancta sanctorum), se encontraba en la parte trasera, a un nivel más alto que el Heijal, y sólo podía accederse a él subiendo por una escalera. El Devir tenía la forma de un cubo de aproximadamente 10×10×10 metros (20×20×20 codos), y en su centro se ubicó el Arca de la Alianza. Éste era un arcón grande, hecho de madera de acacia, cubierta con planchas de oro y con cuatro anillas a las esquinas en las que se ponían varas para transportarla. Dentro del Arca se guardaron las Tablas de la Ley, entregadas por el mismo Dios a Moisés. En estas Tablas se grabaron los Diez Mandamientos, sirviendo de conexión entre Dios e Israel.
Durante los tiempos del Éxodo del pueblo judío el Arca estaba oculta en el Tabernáculo, que fue finalmente traído a Jerusalén por el rey David. Ya se había acreditado, según la descripción de la Biblia, el poder de Dios a través del Arca cuando se derrumbaron las murallas de Jericó al pasar los judíos ante ellas con el Arca.
El edificio se situó en el monte Moriá, que en tiempos del rey David constaba con una cima de aproximadamente 40×100 metros. Durante el reinado de Salomón se agrandó. Pero fue en los tiempos del rey asmoneo Herodes cuando su superficie se aumentó hasta formar una explanada de aproximadamente 500 metros de largo por 300 metros de ancho. El patio interior del Templo se rodeó por un muro formado por tres capas de bloques de piedra cubiertas por vigas de madera de cedro. En este patio interior podían entrar los peregrinos y las masas de fieles, pero el Santuario del Templo sólo era accesible al rey y a los sacerdotes. La construcción del Templo de Jerusalén fue el evento más importante del reinado de Salomón, gracias al cual su nombre se ha recordado hasta 30 siglos después de su muerte. Ya en la biblia el Templo había acaparado la mayoría de los escritos donde aparecía el rey Salomón. Su fama ha trascendido los tiempos, influyendo -como edificio ideal diseñado por el mismo Dios- en la concepción de edificios como Santa Sofía de Constantinopla o el Monasterio de El Escorial.
Después de la muerte de Salomón, el templo sufrió profanaciones no sólo con las invasiones sino con la introducción de deidades siro-fenicias en ciertos periodos y sólo se restauró en varias ocasiones como en los reinados de Ezequías y Josías. Finalmente fue destruido por el rey babilónico Nabucodonosor II en 587 a. C., que además llevó cautiva a una gran parte de los habitantes del Reino de Judá hacia tierras caldeas.

SEGUNDO TEMPLO



La Reconstrucción
Luego del retorno desde el cautiverio, bajo el liderazgo de Zorobabel, los arreglos para reorganizar el desolado Reino de Judá fueron hechos casi inmediatamente, luego de su desaparición setenta años antes. El grupo de peregrinos, de 42.360 personas incluyendo niños (junto a sus 7.337 sirvientes y 200 músicos, según Esdras 2:65), habiendo completado el largo y lúgubre retorno a casa desde las riberas del Éufrates hasta Jerusalén y animados en todo el proceso por un fuerte impulso religioso, una de sus primeras preocupaciones fue restaurar su antigua casa de adoración, reconstruyendo el destruido templo y restituyendo sus rituales.
Con la invitación de Zorobabel, el gobernador, quien les mostró un notable ejemplo de liberalidad contribuyendo personalmente con 1.000 dáricos de oro, además de otros regalos, la gente entregó sus regalos al tesoro sagrado con gran entusiasmo (Esdras 2). Primero levantaron y dedicaron el altar de Dios en el punto exacto donde se encontraba antiguamente, y luego limpiaron los montones de escombros carbonizados que ocupaban el sitio del antiguo templo; y en el segundo mes del segundo año (535 a. C.), ante la emoción y júbilo del público emocionado (Libro de los Salmos 116-118), se pusieron los cimientos del segundo templo. Hubo gran interés en este movimiento, aunque fue recordado con sentimientos mezclados por los espectadores (Hageo 2:3; Zacarías 4:10).

La oferta samaritana
Los samaritanos hicieron una propuesta de colaboración en los trabajos. De cualquier forma, Zorobabel y los ancianos declinaron a la oferta ya que sentían que Judea debía construir el templo sin ayuda. Inmediatamente malvados reportes se difundieron respecto a los judíos. De acuerdo a Esdras 4:5, los samaritanos buscaban frustrar sus propósitos de construir el templo y enviaron mensajeros a Ecbatana y Susa, lo que dio como resultado que los trabajos fueran suspendidos.

Los monarcas

Siete años luego de este episodio, Ciro el Grande, que ordenara y declarara la construcción del templo, murió y fue sucedido por su hijo Cambises. Tras su muerte le siguió Esmerdis, que ocupó el trono por cerca de siete u ocho meses, cuando ascendió Darío I (521 a. C.). En el segundo año de su reinado se retomaron los trabajos de reconstrucción del templo hasta su finalización, bajo el estímulo de los consejos y premoniciones de los profetas Hageo y Zacarías. En la primavera del 516 a. C. estaba listo para la consagración, más de veinte años después del retorno desde el cautiverio. El templo fue terminado el tercer día del mes de Adar, en el sexto año del reinado de Darío (Esdras 6:15).

Artículos perdidos
Este segundo templo perdió el Arca de la Alianza, el Urim y el Thumim, el óleo y el fuego sagrados, los Diez Mandamientos, la fuente de maná y la vara de Aarón. El Kodesh Hakodashim fue separado por cortinas a diferencia del primer templo donde había un muro. Al igual que en el Tabernáculo había solo un candelabro en el lugar santo, una mesa para el pan, y el altar de los inciensos, con incensarios de oro y muchas de las vasijas de oro que pertenecieron al Templo de Salomón y habían sido llevadas a Babilonia pero devueltas por Ciro.
El segundo templo también se diferenciaba del primero en que mientras el último tenía muchos árboles, en el antiguo no habían. También tenía un espacio para los gentiles (extranjeros) devotos de Dios, los que se regían solo por ciertas normas del judaísmo.
Este templo estaba adornado con oro y era considerado el lugar más santo del judaísmo.

Renovación bajo el reinado de Herodes
Alrededor del 19 a.C., Herodes el Grande comenzó una masiva renovación y expansión del templo. Éste fue demolido y se construyó uno nuevo en su lugar. La nueva estructura es referido algunas veces como el Templo de Herodes, pero también se le sigue llamando Segundo Templo ya que los rituales de sacrificios continuaban sin disminución durante todo el proceso de construcción.
El 25 de septiembre del 2007, Yuval Baruch, arqueólogo, junto con la Autoridad de Antigüedades de Israel, anunciaron su descubrimiento de una cantera, la que proporcionaba al Rey Herodes con las piedras para la reconstrucción del templo. Fueron encontradas monedas, alfarería y postes de hierro, los que entregaron la fecha aproximada de 19 a. C. El arqueólogo Ehud Nesher confirmó que los contornos largos de las rocas evidencian que se trataría de un proyecto público masivo en el que trabajaron cientos de esclavos.

Destrucción

En el 66 EC, la población judía se rebeló en contra del Imperio romano. Cuatro años después, el 70 EC, las legiones romanas bajo las órdenes de Tito reconquistaron y luego destruyeron la mayor parte de Jerusalén y el Segundo Templo. El arco de Tito, localizado en Roma y construido para conmemorar la victoria de Tito en Judea representa los soldados romanos llevándose el Menorah del templo. Jerusalén fue arrasada por el Emperador Adriano nuevamente en 135 EC.




EL TERCER TEMPLO




 
Desde la destrucción del segundo templo de Jerusalén en el año 70 d. C., los judíos han rezado para que Dios permitiera la reconstrucción del tercer templo. Esta oración ha sido parte de la tradicional oración que los judíos realizan tres veces al día. A pesar de seguir sin construirse, la idea y el deseo de un tercer templo es sagrada para el judaísmo, sobre todo para el judaísmo ortodoxo, como un lugar de culto no realizado. En el Tanaj, los profetas piden su construcción para que sea construido en la era mesiánica.
Existen en diversas fuentes planos realizados por los antiguos judíos para la reconstrucción del templo, especialmente en los capítulos 40-47 del libro de Ezequiel (la visión de Ezequiel es anterior a la construcción del segundo templo) y el manuscrito del templo descubierto en Qumrán entre los manuscritos del Mar Muerto. Sin embargo, nunca llegaron a ser utilizados.
El judaísmo ortodoxo cree en la reconstrucción de un tercer templo y en la reanudación del culto sacrificial, aunque hay desacuerdo en torno a cómo debería llevarse a cabo la reconstrucción o a que tipo de culto se dedicaría. Las autoridades ortodoxas creen por lo general que la reconstrucción debe tener lugar en la era del Mesías judío a la mano de la divina providencia, aunque hay una postura minoritaria que, siguiendo la opinión de Maimónides, mantienen que los judíos deberían esforzarse en la reconstrucción del mismo siempre que sea posible. Las autoridades ortodoxas predicen la reanudación del tradicional sistema de sacrificios, pero algunas autoridades no están de acuerdo. Tradicionalmente, siempre se ha supuesto que se reanudaría el antiguo sistema de sacrificios, según las reglas del Levítico y el Talmud. Esta creencia está muy arraigada en la liturgia ortodoxa. Cada rezo de la liturgia ortodoxa contiene una oración para la restauración del templo y la continuación del culto sacrificial, habiendo además cada día una recitación para los sacrificios del día junto con los salmos que los levitas habrían cantado dicho día.
La posición aceptada por prácticamente todos los judíos ortodoxos es que los sacrificios serán totalmente reanudados en el Templo. Aunque Maimónides en su primera obra "Guía de perplejos" dijo que Dios deliberadamente había hecho que los judíos pasaran de los sacrificios a la oración, ya que la oración es una forma de culto superior, en su libro definitivo, el "Mishné Torá", establece que en el tercer Templo tendrán lugar sacrificios de animales, dando además detalles de cómo se llevaran a cabo. Algunos atribuyen al rabino Abraham Isaac Kook, primer rabino jefe de la comunidad judía en Palestina, la opinión de que no serán reanudados los sacrificios de animales. Cabe señalar que la opinión del rabino Kook sobre los rituales del templo son a veces malinterpretados.
Las oraciones judías ortodoxas incluyen, en cada servicio de oraciones, una oración clamando por la reconstrucción del templo y la reanudación de los sacrificios. El servicio de oración de la mañana incluye también una sesión de estudio de los rituales diarios del templo y ofrendas como recordatorio, incluyendo el estudio detallado de los sacrificios de animales y ofrendas de incienso. Los servicios incluyen también los salmos diarios y de ocasiones especiales que los levitas solían cantar en el templo ("Y las ofrendas de grano de Judá y Jerusalén sean agradables, al igual que en los antiguos días y tiempos pasados", Malaquías 3:4). Además, el lenguaje teológico y poético del hebreo está lleno de palabras con doble connotación que tanto son referencias literales a elementos de la arquitectura del templo o de los rituales como tienen significados poéticos y teológicos metafóricos acerca de la relación entre Dios y el adorador. Las traducciones y comentarios de las oraciones en este idioma, tienden a discutir ambos siganificados en el Judaísmo Ortodoxo. Aquí algunos ejemplos de palabras con doble significado: deshen se refiere tanto a las cenizas que quedan luego de los holocaustos a Dios, y también significa "aprobación con congraciacion"; kodesh se refiere a la santidad, es decir El lugar Santísimo del Templo, y también significa "santo" en general; chatzrot se refiere a los jardines del Templo, y a la cercanía con Dios; y korbán que significa tanto "sacrificio" (a Dios), como "acercar" (a Dios).
El judaísmo ortodoxo conserva a los Sacerdotes, descendientes de Aaron, y a los levitas, descendientes de la tribu de Leví, intactos para el servicio cuando el Templo sea reconstruido. Los sacerdotes y los levitas están considerados como aún dedicados al servicio Divino, y obligados a presentarse a sus deberes en el servicio del Templo en cualquier momento cuando este sea reconstruido. Los Sacerdotes aún están sujetos a las restricciones Bíblicas de pureza, incluyendo prohibición de casarse con una divorciada o prosélita y la restricción de entrar a los cementerios.

Antiguos intentos de reconstrucción

Templo de Leontópolis

En varias ocasiones durante el siglo II a. C. un templo judío fue construido en Leontópolis, en el nomo egipcio de Heliópolis, que fue cerrado por Roma en el 74 d. C. Las primeras referencias conocidas son las de Flavio Josefo, escritas poco después de su cierre. Más tarde, las fuentes rabínicas mencionan a Mentópolis pero no describe el templo, y las alusiones a ella se puede encontrar en varios otros textos. El templo fue construido por Onías IV, el hijo de Sumo Sacerdote de Israel Onías III. El templo fue construido a imitación del de Jerusalén, con la principal diferencia de que se parecía a una torre (probablemente como reflejo simbólico tradicional del templo de Jerusalén), y que los Menorah de siete brazos fueron sustituidos por una única lámpara colgante de oro (probablemente representando al sol: debido a estar en Heliópolis, la ciudad del sol). La construcción de este templo se justifica con las referencias a Isaías, poniéndose en oposición a Jerusalén.

La rebelión de Bar Kojba

La primera rebelion judía fue en el año 74 d.c. y fue aplacada por el general romano Tito, donde fue destruido por última vez el templo de Jerusalén. La rebelión de Bar Kojba fue la segunda y última rebelión o revuelta judía, que fue aplacada sangrientamente por los romanos en los años 132-135 d.c. Esta rebelión tuvo graves consecuencias y a partir del siglo III el principal centro normativo de la tradición judía se transladó a Babilonia, aquí se elaboraron los sagrados escritos compilados por los Tanaítas y darían origen al Talmud Babilónico. Luego de la rebelión de Bar Kojba la Tierra de Israel comenzó a ser llamada Palestina' para borrar todo vínculo con los judíos y rememorar a los filisteos, y se les prohibó a los judíos la entrada a Jerusalén, donde años más tarde se erigiría una ciudad romana, Aelia Capitolina

Actuales intentos de reconstrucción





En Jerusalem el Instituto del Templo exhibe la maqueta arquitectónica de lo que será el Tercer Templo de la Ciudad Santa. En la actualidad se tejen las ropas sacerdotales de quienes ministrarán el sacrificio en ese lugar.2
A pesar de que según la tradición judía, su construcción será fruto de la “obra divina” según el Yehuda Glick, director del Instituto del Templo, “La Torá nos ordena levantar el Templo. Los que creen que el Templo descenderá de los cielos, por arte de magia o elemento cósmico, eluden el precepto bíblico de prepararse y participar en la construcción”.
Sin embargo hay un problema que hay que resolver. En la explanada donde estuvo el Segundo Templo y donde se debe construir el Tercero está dominada por las mezquitas de la Cúpula de la Roca y de Al-Aqsa. Cualquier tentativa de expropiación conduciría a un enorme conflicto religioso que traspasaría los límites de la región. Conocidas como Al-Haram ash-Sharif -El Noble Santuario-, es para el Islam su tercer lugar más sagrado después de La Meca y Medina.
Plano 3er. Templo

EL TEMPLO DE JERUSALÉN (Beit Hamikdash)

El Templo de Jerusalén (Beit Hamikdash, בית המקדש en hebreo) fue un santuario del pueblo de Israel, situado en la explanada del monte Moria, en la ciudad de Jerusalén, donde se ubican en la actualidad la Cúpula de la Roca y la mezquita de Al-Aqsa.
El rey Salomón mandó construir el primer Templo de Jerusalén para contener el Arca de la Alianza. El Templo quedó destruido en el año 586 a.C. por la invasión del babilonio Nabucodonosor.
A partir de entonces comenzó la edificación del Segundo Templo, completado en época de Herodes, en el siglo I a.C. El templo presidía de manera majestuosa la Jerusalén del siglo I a.C.
Aunque apenas quedan restos, el testimonio del historiador Flavio Josefo nos es útil para reconstruir el Templo tal como pudo ser. La entrada del templo herodiano era la Puerta Preciosa, cuyo acceso estaba prohibido a los no judíos. Después se entraba al Patio de las Mujeres, único recinto al que les estaba permitido acceder.
La Puerta de Nicanor, decorada con paneles de bronce muy elaborados, conducía a un patio interior. Le seguía el Patio de Israel, cuya entrada estaba reservada a los hombres judíos. En su centro, sobre una plataforma elevada, estaba el altar de sacrificios.
La última estancia del edificio era el santuario, con cuatro columnas con capiteles corintios en su fachada, cuya puerta sólo podía ser atravesada por los sacerdotes.
El Segundo Templo fue incendiado por el romano Tito en el año 70 EC. De él queda en pie solamente la sección oriental de la muralla que lo rodeaba, el actual Muro de las Lamentaciones.


viernes, 27 de agosto de 2010

LA MANERA PERDIDA DE ORAR DE LOS ESENIOS (Extraído del libro The Isaiah Effect)

El descubrimiento del Gran Código Isaiah en las cuevas del Mar Muerto en 1946 ha revelado claves sobre nuestro papel en la creación que estuvieron perdidas en las ediciones del siglo 4 a.C. Entre estas claves se encuentran las instrucciones de un modelo “perdido” de orar que la ciencia cuántica moderna sugiere que tiene el poder de sanar nuestros cuerpos, traer paz duradera a nuestro mundo y, quizá, prevenir las grandes tragedias que podría enfrentar la humanidad. Cada vez que empleamos esta tecnología interna para orar, experimentamos “El Efecto Isaiah”.
En las palabras de su tiempo, las tradiciones antiguas, como las de los Esenios, nos recuerdan que cada oración ya ha sido contestada. Cualquier resultado que podamos imaginar, y cada posibilidad que seamos capaces de concebir, es un aspecto de la creación que ya ha sido creado y existe en el presente como un estado “dormido” de posibilidad. Son estas mismas probabilidades de resultados las que proveen las bases del nuevo modelo de Cadena y de la Teoría-N, y muy posiblemente, son responsables de las varias dimensiones de lo que ahora creemos nuestra creación. Desde esta perspectiva, nuestro uso y aplicación de la oración basada en los sentimientos deja de ser menos acerca de “crear” este o el otro resultado y se convierte más en “acceder” al resultado deseado que ya está creado. Mientras las antiguas y las modernas tradiciones parecen estar de acuerdo en la existencia de muchas posibilidades, los cuestionamientos han sido siempre sobre ¿cómo despertamos un resultado específico y lo hacemos real en nuestras vidas actuales? ¿Cómo podemos llamar a la posibilidad de paz en nuestro mundo, por ejemplo, o salud en nuestros cuerpos, posibilidades que ya existen, cuando los eventos de nuestro mundo parecen mostrarnos condiciones de violencia y desastre? La respuesta a esta pregunta, y la clave del Efecto Isaiah, está fundada en develar el misterio de la oración basada en el sentimiento.
Los antiguos Esenios nos recuerdan que hay una poderosa relación entre lo que pasa en nuestro mundo interior de sentimientos y las condiciones del mundo que nos rodea.
Quizá increíblemente sencilla, esta relación establece que la condición de nuestra salud, nuestras sociedades, e incluso los patrones del clima, son espejos de la manera en que lidiamos con la vida interiormente. Experimentos recientes en la ciencia de las energías sutiles y la física cuántica ahora arrojan credibilidad precisamente a esas tradiciones.
A través de un lenguaje que apenas estamos comenzando a entender, Isaiah nos muestra cómo acceder a las posibilidades ya creadas de salud, paz y cooperación y traerlas a la realidad de nuestras vidas. Ya que nuestro mundo exterior de acción refleja nuestro mundo interior de sentimientos, sugiere Isaiah, lo hacemos sintiendo como si nuestras plegarias ya hubiesen sido respondidas. Es precisamente el poder de este sentimiento el que trae a la vida a nuestras oraciones.
Nuevas investigaciones sugieren que cuando sentimos gratitud respecto al cumplimiento de nuestras oraciones, nuestros sentimiento producen las mismas condiciones, los campos de efecto, que atraen nuevas posibilidades en las condiciones de nuestras vidas.
Comprender que los resultados empatan con los sentimientos puede ayudarnos a entender lo que ocurre cuando parece que nuestras oraciones no son respondidas. Cuando oramos por salud en nuestras relaciones, por ejemplo, mientras experimentamos enojo, celos o furia en nuestras relaciones, ¿por qué nos sorprende ver esas mismas cualidades reflejadas como enfermedad en nuestros cuerpos, nuestras familias, escuelas, lugares de trabajo y en las condiciones sociales alrededor de nosotros? La ciencia ha demostrado que cada sentimiento que experimentamos, crea una química única en nuestros cuerpos (la química del amor y del odio se discute en los libros The Isaiah Effect y Walking Between the Worlds). Las buenas noticias son que los mismos principios resultan ciertos para los sentimientos de afirmación de la vida.

Conforme respondemos a los retos de la vida a través de compasión, entendimiento, amorosa tolerancia y paz, podemos esperar experimentar estas condiciones en nuestros cuerpos, y ver el efecto extendido al mundo que nos rodea.
Albert Einstein dijo una vez que no podemos resolver un problema con el mismo pensamiento que creó el problema. El poder de la indenominada oración basada en el sentimiento, representa una oportunidad para dirigir los grandes retos de nuestro tiempo conforme a un nuevo paradigma de entendimiento consciente y sentimientos que reflejen aquello que deseemos experimentar.
En lugar de imponer nuestras creencias respecto a una situación específica, nuestro perdido modo de orar nos recuerda que nada necesita ser “creado”, ya que cualquier resultado que podamos imaginar para dicha situación ya está presente. Podremos servir mejor sintiendo primero el resultado de cada condición que elijamos experimentar en nuestro mundo, tal como la paz y la cooperación entre gobiernos y naciones, o la prosperidad que sólo puede venir con la igualdad de trato para toda la gente y para todas las razas y el honrar a toda forma de vida.
Es la apreciación y gratitud que sentimos en presencia de tales condiciones lo que crea los efectos cuánticos permitiendo que la creación empate con nuestros sentimientos.


Comparando los Modos de Orar a través del ejemplo de la Paz Global


(OL) = Oración basada en la lógica: solicitando intervención
(OS) = Oración basada en los sentimientos: sabiendo que nuestra oración ya ha sido contestada.


1. (OL) Nos enfocamos en nuestras condiciones presentes donde no creemos que la paz exista.
1. (OS) Presenciamos todos los eventos, aquellos de paz y aquellos que vemos como ausencia de paz, como posibilidades sin juicios de correcto e incorrecto, malo o bueno.

2. (OL) Podemos sentirnos desamparados, impotentes o enojados ante los eventos y condiciones que presenciamos.
2. (OS) Liberamos nuestro juicio sobre las situaciones Bendiciendo las condiciones que nos han causado sufrimiento. La Bendición no condena ni consciente el evento o condición. En cambio, reconoce que el evento es parte de la única fuente de todo lo que es (Por favor vea el libro Walking Between the Worlds: The Science of Compassion, para más detalles).
3. (OL) Empleamos nuestras plegarias de petición invitando a la divina intervención de un poder superior para que traiga paz sobre los individuos, condiciones y lugares donde creemos que la paz está ausente.
3. (OS) Experimentando los sentimientos de que nuestra oración ya ha sido contestada, demostramos el antiguo principio cuántico que establece que las condiciones de paz en nuestros cuerpos se ven reflejadas fuera de nuestros cuerpos.
4. (OL) A través de nuestra petición, inadvertidamente afirmamos las mismas condiciones que menos deseamos. Cuando decimos "Por favor que haya paz", por ejemplo, estamos declarando que la paz no está presente en la situación actual. Haciendo eso, en verdad estamos dándole combustible a la condición que escogimos cambiar.
4. (OS) Reconocemos el poder de nuestra oración y sabemos (sentimos) que el foco de nuestra oración ya se ha convertido en pasado.
5. (OL) Continuamos solicitando la intervención hasta que vemos que el cambio ha sucedido en nuestro mundo o desistimos y abandonamos el camino de la oración.
5. (OS) Nuestra oración ahora consiste de: a) reconocimiento de que la paz ya está presente en nuestro mundo viviendo conforme al conocimiento de que tales cambios han ocurrido; b) reforzando nuestra oración dando gracias por la oportunidad de escoger la paz en vez del sufrimiento.
Bautismo ritual de los esnios


Colaboración especial de: Shekhinak Daath
Fuente original: Página web de Gregg Braden: www.greggbraden.net
Traducción: Karina Malpica

lunes, 23 de agosto de 2010

KOHEN GADOL Y KOHENIM


Un kohen (o "cohen", en hebreo כּהן, "sacerdote", pl. כּהנִים, "kohanim" o "cohanim") tiene un estatus especial en el judaísmo. Un kohen es un descendiente varón directo de Aarón quien, según la Biblia, fue hermano de Moisés.
Durante la existencia del templo de Jerusalén, los kohanim (sacerdotes) tenían bajo su cargo tareas específicas para los ofertorios cotidianos y de las festividades de sacrificio. El Kohen Gadol (Sumo Sacerdote) desempeñaba un papel especial durante el servicio del Yom Kippur. Hoy en día, los kohanim tienen un papel personal reservado dentro del judaísmo, y existen leyes específicas para ellos, sobre todo en el judaísmo ortodoxo y, en menor grado, también en las comunidades judías conservadoras.

Orígenes bíblicos

El estatus de "kohen" se lo confirió Dios por vez primera a Aarón, el hermano de Moisés, y a sus descendientes directos varones como un "oficio eterno". Durante los 40 años que duró la peregrinación judía y hasta que se construyó el Templo Sagrado,los kohanim llevaron a cabo su servicio en el Santuario. Algunas de sus tareas incluían los [[sacrificios de las festividades judías, conocidas colectivamente con el nombre de korbanot en hebreo, y la bendición de los asistentes a la ceremonia Nesiat Kapayim ("de la elevación de las manos"), es decir, la ceremonia de la bendición sacerdotal.
Cuando se contruyeron el Primero y el Segundo Templos, los kohanim asumieron esos mismos roles en estas estructuras permanentes, localizadas en el Monte del Templo en Jerusalén, Israel. Se dividieron en 24 grupos de trabajo, con siete a nueve sacerdotes cada uno. Aquellos sacerdotes que ofrecían servicio cambiaban cada Shabbat, pero en las festividades bíblicas los 24 sacerdotes estaban presentes en el templo.
Como Aarón era miembro de la Tribu de Leví, todos los sacerdotes son levitas, pues la pertenencia a la tribu se transmite por vía paterna. Sin embargo, no todos los levitas son sacerdotes. La mayor parte del servicio del templo (es decir, el korbanot) podrían conducirlo únicamente los kohanim. Los levitas que no son kohen (es decir, aquellos que descienden de Leví, el hijo de Jacob, pero no de Aarón) desempeñan muchos otros roles en el templo, sobre todo lo relacionado con la música y los cantos (Salmos) para acompañar las ceremonias del templo, pero también muchas otras labores, incluso la de montar guardia en el templo y en la Montaña del Templo, la construcción, el mantenimiento y la colaboración con los kohanim, lavándoles las manos y los pies antes del inicio del servicio. Durante la era del santuario, los levitas trabajaban atendiendo y transportando el santuario de uno a otro de sus destinos.

Calificaciones y descalificaciones

En tiempos bíblicos, los kohanim asumían sus deberes a la edad de 20 años y se retiraban del servicio activo a los 60.
Ciertas imperfecciones podían llegar a descalificar a un kohen del servicio en el templo. Dado que el templo era un sitio de belleza y los servicios que se llevaban a cabo allí debían inspirar a los visitantes ideas de arrepentimiento y cercanía a Dios, un kohen con imperfecciones físicas enrarecería la atmósfera.
Entre tales imperfecciones se incluyen:
1.       ceguera
2.       cojera
3.       un puente nasal excesivamente bajo (de modo tal que pudiese aplicarse, con un cepillo, ungüento al mismo tiempo a ambos ojos)
4.       labios desproporcionados
5.       un pie o una mano lisiados
6.       cejas de crecimiento profuso
7.       cataratas
8.       una línea blanca que atraviese la unión entre el blanco del ojo y el iris
9.       ciertos tipos de furúnculos
10.   testículos estrujados
Sin embargo, esta lista no es exhaustiva. Un kohen que tenía alguna de estas imperfecciones se consideraba incapaz para el servicio. No obstante, si se trataba de una imperfección que pudiera corregirse, el kohen podría ser elegido para el servicio si el defecto se corregía. En cualquier momento podía ingerir el alimento sagrado. Además, los kohanim que tenían estas imperfecciones podían ser asignados, en el templo, a funciones secundarias al ejercicio mismo del servicio.

Los kohanim en la actualidad

Hoy en día, el estatus de un sacerdote (kohen) puede asumirlo cualquiera cuya familia tenga esa tradición. Hasta el siglo XVIII en Europa (siglo XIX en Yemen) muchos kohanim podían rastrear con precisión sus orígenes hasta un kohen sagrado como Ezra. Hoy en día, las familias pueden verificar su linaje sacerdotal a través de las lápidas sepulcrales de sus ancestros ya fallecidos, pues el símbolo universal de las manos en la postura de la bendición sacerdotal (las manos con las palmas viendo hacia el frente, los cinco dedos extendidos, uniendo, en cada mano, el dedo índice al dedo medio, dejando una amplia separación entre el dedo medio y el dedo anular, uniendo el dedo anular al dedo meñique y separando, también, el dedo pulgar de los otros cuatro) es una imagen grabada que ha representado, desde hace muchas generaciones, un símbolo característico de las tumbas de los kohanim. El solo hecho de llevar el apellido "Cohen" (o algún otro apellido similar: por ejemplo Cohn, Kogan, Kagan, etc., que son tan sólo tres de los muchos modos en que se ha transformado este apellido con el paso del tiempo y las generaciones), o incluso "Kahanowitz" ("hijo de Cohen"), no es suficiente prueba de un vínculo familiar con el sacerdocio judío, pues la emigración, la asimilación y los matrimonios entre judíos y no judíos le han conferido este apellido a judíos que no tienen relación alguna con la actividad sacerdotal (o incluso a quienes no tienen parentesco alguno con la comunidad judía).

El gene kohen y el cromosoma Y

Recientemente, la tradición de que los sacerdotes (kohanim) descienden de un ancestro común pudo demostrarse a través de una prueba genética de laboratorio (Skorecki et al., 1997). Ya que todos los descendientes varones comparten un cromosoma Y, la prueba se llevó a cabo en todos los sectores de la población judía internacional para verificar si había algo en común entre los cromosomas Y de todos los varones. Se encontraron algunas diferencias entre los cromosomas Y de los kohanim, lo que significa que los sacerdotes sí tienen un ancestro común. Esta información también se utilizó (quizá de manera un poco prematura) para confirmar la afirmación de los Lemba (una tribu subsahariana) de que ellos son, en verdad, una tribu de judíos.
[editar]Cohen como apellido

El estatus de kohen en el judaísmo no está relacionado necesariamente con el apellido de una persona. Si bien es cierto que los descendientes de los sacerdotes (de los kohanim) suelen llevan apellidos que reflejan su genealogía, hay muchas familias, como ya se mencionó, con el apellido Kohen (o con alguna de sus muchas variantes) que no tienen vínculo alguno con un kohen o que no son siquiera judíos. Por el contrario, hay muchos kohenim que no llevan el apellido Kohen.
Algunas de las muchísimas variantes de la ortografía del apellido Kohen son las siguientes (ha sido modificado por la traducción, por la transliteración y, por supuesto, esta lista no es exhaustiva):
Inglés: Cohen, Cahn, Conn, Conway, Cohan, Chaplan (Cohan es también un apellido irlandés, y Conway es también de origen galés)
·         Alemán: Kohn, Kuhn, Kahn, Cön/Coen, Katz (nombre) (abreviatura hebrea de Kohen Zedek (כהן צדק), es decir, "el correcto sacerdote")
·         Holandés: Cohen, Kon, Katten (traducido como "Kohen"), Käin/Kaein
·         Francés: Cahen, Cohen, Caen
·         Italiano: Coen, Sacerdote, Sacerdoti (equivalente en italiano para "sacerdote")
·         Español: Coen, Cohen, Koen, Cannoh, Canno, Canoh, Cano
·         Rumano: Kagedan (en hebreo, este nombre se lee: "kaf-shin-daled-nun" y es acrónimo de "Kohanei Shluchei DeShmaya Ninhu," que es el equivalente arameo de la frase: "Los sacerdotes son los mensajeros de los cielos.")
·         Serbio: Koen, Kon
·         Polaco: Kaplan (voz extranjera prestada al polaco y equivalente a "sacerdote")
·         Portugués: Cunha
·         Turco: Kohen
·         Árabe: al-Kohen
·         Hebreo: Kohen, Hakohen, ben-Kohen, bar-Kohen
·         Otros: Maze (acrónimo de mi zerat Aharon, es decir, "de la semilla de Aarón"), Azoulai (acrónimo de ishah zonah ve'challelah lo yikachu, que significa "él no tomará a una mujer extranjera ni divorciada", prohibición estipulada para los sacerdotes), Rappaport, Shapiro, Kahane, Quinn (gaélico o inglés), Kohanchi (persa).




IOM KIPUR EN LOS TIEMPOS DEL BEIT HAMIKDASH (final)


¿Cuál era el significado de la avodá tan extraña y original con respecto al macho cabrío "para Azazel" que era arrojado hacia su muerte desde una roca en el desierto?
Esta ley mística de la Torá es ridiculizada por los gentiles y su lógica es puesta en duda por el ietzer hará (el instinto malo) de las personas. No obstante, Hashem declaró, "¡Es un jok que Yo ordeno; ustedes no tienen derecho a criticarlo!"
¿Qué significa el término "Azazel"?
  1. Es una expresión compuesta por azaz, fuerte, y el, enorme e imponente, debido a que éstas eran las características del farallón desde donde se arrojaba al macho cabrío. "El macho cabrío que va hacia Azazel" entonces denota "el macho cabrío que se entrega a una roca enorme e imponente."
  2. Según la Guemará, "Azazel" es un compuesto de Aza y Azael. ¿Quiénes eran Aza y Azael? Eran dos ángeles que antes del diluvio, le suplicaron al Todopoderoso que les permita vivir entre los humanos, con la apariencia humana para probar que ellos no pecarían como lo hace la raza humana. No obstante, cuando Hashem de hecho les dió permiso para que lo hagan su depravación sobrepasó a la de la generación anterior a la Inundación.

El macho cabrío se llamaba "Azazel" para implicar que lograba expiar pecados, entre ellos, hechos inmorales como los de Aza y Azael.
3. Otros Midrashim interpretan que "Azazel" representa a Satán o a Shed. Sin embargo, se entiende con suma claridad que el macho cabrío no es, jas veshalom, un sacrificio que se ofrece a Satán o a los demonios, tales sacrificios están prohibidos en forma explícita por la Torá. (Vaikrá 17:7)
Con el fin de que el kohén gadol no asuma por error que el sacrificio fue consagrado a Satán, la Torá ordenó que no pronunciara en forma oral, "Este cabrío es para Azazel". En realidad, esta ofrenda era en honor a Hashem como así también el cabrío "para Hashem" que se quemaba en el altar. El significado simbólico del "cabrío para Satán" se expresa a través del siguiente Midrash:
En el día de la Entrega de la Torá, Satán se quejó ante el Todopoderoso, "¡Tú me has dado poder sobre las naciones pero no sobre el pueblo judío!"
Hashem le respondió, "¡Te doy dominio sobre ellos en Iom Kipur , siempre y cuando puedas encontrar pecados entre ellos!" Para evitar que Satán haga acusaciones en Iom Kipur, Hashem ordenó que él, sea seducido con un soborno, el macho cabrío para Azazel.

Este Midrash requiere aclaración. ¿Cómo se "soborna" a Satán con el macho cabrío que se envía al desierto?
Nuestros Sabios nos explican que el macho cabrío se denomina en hebreo "seir" que también significa " velludo", una alusión a Esav que había nacido con cabello. En Iom Kipur, el Todopoderoso colocaba en forma simbólica todas las transgresiones del Klal Israel " sobre el velludo", Esav. Luego, emergían puros e inmaculados y, con el Acusador silenciado de esta manera, obtenían el perdón.
¿Cómo debemos entender estas palabras de nuestros Sabios?
En Iom Kipur, cuando el Todopoderoso observa al pueblo judío con Sus Atributos de Piedad, El decide absolver de pecados incluso a los transgresores que se encuentran dentro de éste. Ellos no tienen que llevar el peso de la culpa, debido a que ellos fueron por el mal camino por culpa de "Esav", las persuasiones y las presiones de los gentiles en los cuales ellos viven. Era el "seir, el velludo" quien tenía la mayor responsabilidad por los pecados de los judíos porque cada judío está en verdad comprometido con su Padre en el Cielo. Al ver a la comunidad judía desde este ángulo, el Todopoderoso en Iom Kipur les otorga su perdón.

- Cuando el macho cabrío era enviado al desierto, el kohén gadol continuaba con sus procedimientos. Preparaba para quemar en el altar los órganos internos (emurim) del buey y el cabrío cuya sangre había previamente esparcido.

- Keriat HaTorá/ Lectura de la Torá: Tan pronto como el kohén gadol se enteraba que el macho cabrío había llegado al desierto, se dirigía al sector ezrat nashim donde el pueblo estaba reunido y leía la Torá, las secciones de parashat Ajarei Mot que se referían al Servicio de Iom Kipur y en parashat Emor el párrafo que comienza con "Aj Beasor" y de memoria recitaba un párrafo de parashat Pinjas que describía el Servicio (Bamidbar 29:7 - 11)
En adición a las bendiciones correspondientes a la lectura de la Torá se recitaba siete bendiciones más.

- Korbán Musaf/ El resto del Sacrificio Musaf: Luego, vertía agua sobre sus manos y pies, se sacaba sus prendas blancas de hilo, se sumergía en la mikvá, se ponía de vuelta sus prendas de oro, se lavaba de nuevo sus manos y pies, y ofrendaba un macho cabrío en calidad de sacrificio jatat para completar el sacrificio Musaf del día.

- Akravat Haelim/ Ofrenda de carneros: Luego, ofrecía su propio carnero y los de las personas que hacían sacrificios especiales de Iom Kipur.

- Haktarat Haemurim/ Acto de quemar los órganos internos: Quemaba los órganos internos del toro y del macho cabrío "para Hashem".

- Tamid shel ben arbaim/ El olá diario de la tarde: Traía un cordero como sacrificio diario olá.

- Hotzaat Kaf Umajtá/ Extracción de la cuchara y la sartén del Kodesh Hakodashim: El kohén gadol se lavaba las manos, se quitaba las prendas de oro, se sumergía en la mikvá, se ponía sus ropas blancas, y lavaba sus manos y pies. Luego, ingresaba en el Kodesh Hakodashim una vez más para extraer la cuchara y la sartén que había previamente depositado allí.

- Aktarat Ketoret/ Acto de quemar el incienso diario: Se lavaba las manos y pies, se quitaba las prendas blancas, se sumergía en la mikvá, luego se ponía de vuelta las prendas de oro, y se lavaba las manos y pies. A continuación quemaba el puñado de ketoret que se ofrecía a diario en el Altar de Oro en el kodesh y encendía la menorá.

- Minjat Javitín/ La ofrenda minjá diaria del kohén gadol: Inmediatamente después, el kohén gadol quemaba en el altar la segunda mitad de su ofrenda minjá diaria. La larga y ardua avodá del kohén gadol había llegado a su fin. Se lavaba las manos y los pies, se sacaba las prendas de oro, se vestía con sus propias ropas y dejaba el Beit Hamikdash. Toda la gente lo acompañaba hasta su casa. Había un regocijo colectivo porque él había finalizado la avodá con éxito.

El Sefer Shevet Iehudá cita una descripción que hizo un cónsul romano que se quedó en Ierushalaim durante Iom Kipur en los días del segundo Beit Hamikdash. Describió la escena que presenció de la siguiente manera:

"Siete días antes de esos días especiales, de respeto y temor conocidos como Iom Kipur, el kohén gadol comenzó los preparativos para el Servicio. Cuando dejó su casa para dirigirse a su habitación especial en el Beit Hamikdash, se hizo un anuncio al pueblo entero. Tan pronto como éste escuchó que el kohén gadol estaba en su camino hacia el Beit Hamikdash, fueron de inmediato a acompañarlo.
"Hicieron una procesión, y marcharon de la siguiente manera:
En el frente, marchaban todos aquellos que eran descendientes de la familia de los reyes que reinaron sobre las Diez Tribus. A éstos les seguían los descendientes de la dinastía real de David (cuanto más altos los dignatarios, más cerca marchaban del kohén gadol). Eran precedidos por un heraldo que anunciaba, "¡Otórguenle honor a la casa de David!"
A continuación siguían los leviim que eran anunciados con el llamado, "Honor a la casa de los Leví!"
Conté 36.000 leviim, todos vestidos en prendas de seda color celeste, seguidos por 24.000 kohanim vestidos con ropas blancas de seda. Marchaban en divisiones, agrupadas según sus tareas en el Beit Hamikdash, el hombre del coro, luego los músicos, atrás de ellos los trompetistas, los guardianes de los portones del Beit Hamikdash, aquellos cuya función consistía en preparar el ketoret, aquellos que fabricaban el parojet, los tesoreros, y por último, los gremios que realizaban cualquier trabajo sagrado en relación al Beit Hamikdash. Luego, seguían los setenta miembros del Sanhedrín que caminaban delante del kohén gadol. Inmediatamente delante del kohén gadol marchaban cien kohanim que portaban estandartes de plata para limpiarle el camino. Atrás del kohén gadol marchaban de dos en dos los kohanim más ancianos y respetados.

«En las esquinas, la procesión se encontró con los roshei ieshiva, quienes al ver al kohén gadol, exclamaban, ¡Estimado kohén gadol, que su entrada sea en paz! Suplíquele al Creador que El nos mantenga vivos para que podamos estudiar Su Torá sagrada!»

Cuando la procesión llegó al Har Habait (Monte del Templo), los oradores rezaron para que continuara la existencia de la dinastía Davídica, los kohanim, y el Beit Hamikdash. El grito de la multitud en respuesta a las bendiciones fue tan fuerte que podía romper los tímpanos. El kohén gadol, lloró con temor y trepidación por la responsabilidad que tenía, y luego se apartó de la gente. Los kohanim lo acompañaron a la habitación especial donde debía prepararse hasta Iom Kipur.
La escena descripta arriba ocurrió cuando el kohén gadol ingresó en el Beit Hamikdash, sin embargo, cuando después de Iom Kipur se fue en paz, se lo honró el doble.
Los habitantes de toda la ciudad de Ierushalaim caminaban enfrente de él para acompañarlo a su casa. Toda la gente estaba vestida con prendas blancas, y la mayoría de ellos sostenía antorchas de cera encendidas. Las ventanas de la ciudad estaban decoradas, y al lado de ellas había velas encendidas. Los kohanim contaron que muchas veces el kohén gadol no podía llegar a su casa antes de la medianoche debido a las multitudes que llenaban las calles. A pesar de que la gente estaba en ayunas, nadie quería regresar a su casa antes de intentar alcanzar al kohén gadol y besar sus manos. Al día siguiente, era costumbre que el kohén gadol hiciera un gran banquete para sus familiares y amigos para celebrar que salió del kodesh hakodashim en paz. Cada gran sacerdote tiene un plato recordatorio de oro hecho para él en el cual se grabaron las palabras, "Yo, el kohén gadol tal, hijo del kohén gadol tal, realicé el Servicio en la gran Casa Sagrada de El, Quien habita en ella, en el año tal desde la Creación. Ojalá que El, Quien me privilegió al otorgarme la posibilidad de realizar Su Servicio, permita que mis hijos me sucedan.""

En la actualidad, como ya no tenemos un kohén gadol que logre expiar nuestros pecados, nosotros recitamos la avodá de Iom Kipur en la plegaria Musaf de Iom Kipur. En memoria de nuestros antepasados que se postraban en el Beit Hamikdash, nosotros también nos postramos cuando llegamos a las partes de la plegaria que describen dicho evento.

El comentarista Arugat Habosem escribe, "Cuando nos postramos durante el Musaf de Iom Kipur, debemos sentir la pérdida tremenda de la avodá del Beit Hamikdash. Es un jilul Hashem terrible, causado por nuestros pecados, el hecho de que la shejiná haya sido exiliada. Por consiguiente, las tres postraciones durante la recitación del Servicio del Templo deben ser acompañadas por llantos y lamentaciones. (Sin embargo, durante la postración de Alenu un judío debe llenarse de gratitud hacia el Creador, Quien nos eligió como Su porción entre todas las otras naciones y nos elevó sobre todas las familias de la tierra para ser Su gente especial.)

El majzor concluye el Servicio de Musaf de Iom Kipur con un piut/ poema que describe el áura de grandeza y kedushá que rodea al kohén gadol cuando sale del Sanctasanctórum. (Los versos originales en hebreo se basaron en el Alef Bet (alfabeto hebreo); lo siguiente es una rendición que sacrifica la rima con el fin de ser lo más claro posible.)

"¡En verdad, cuán magnífica era la visión del kohén gadol cuando salía en paz del kodesh hakodashim, sin haber incurrido en desgracia alguna!
La apariencia del kohén gadol era como el brillo que resplandecía del firmamento hacia los seres celestiales que se encontraban Arriba,
La apariencia del kohen gadol era como la luz que emanaba de los ángeles denominados "jaiot",
La apariencia del kohén gadol era como los hilos- tejelet al igual que el color del cielo azul que se agitaban en los cuatro tzitzit- flecos,
La apariencia del kohén gadol era como la imagen del arco iris en las nubes,
La apariencia del kohén gadol era como la gloria con la cual el Creador vistió a los primeros seres, Adam y Javá,
La apariencia del kohén gadol era como el florecimiento de una flor en un jardín encantado,
La apariencia del kohén gadol era como una corona de flores que rodea la cabeza de un rey,
La apariencia del kohén gadol era como la gracia conferida al semblante de un jatán (novio),
La apariencia del kohén gadol era como el resplandor que emana de la corona pura,
La apariencia del kohén gadol era como Moshé Rabeinu cuando le imploraba al Todopoderoso que lo escondiera en el Har Sinai por cuarenta días,
La apariencia del Kohén Gadol era como la estrella de Noga en el hemisferio oriental.
"Todo ésto ocurrió cuando el hejal se paraba sobre sus cimientos, el kodesh hakodashim se establecía, y el kohén gadol realizaba Su Servicio; sus generaciones lo vieron y se regocijaron.
¡Qué feliz el ojo que contempló todo ésto; al escucharlo ahora, nuestras almas están de luto por su pérdida.!"



Autor: Rabino Moshe Weissman